El comictario. El gran Jacques Tardi presenta a su padre

Este 2014 recién estrenado es un año repleto de aniversarios bélicos. Se cumple un siglo del comienzo de la Primera Guerra Mundial, 75 años del inicio de la Segunda y otros 75 del fin de la guerra provocada en España por el golpe de estado franquista. Grandes tragedias que han tenido su reflejo en la literatura, el cine y, por supuesto, el cómic, con obras especialmente interesantes que se están publicando estos días y que vamos a seguir de cerca. La que hoy nos ocupa lleva la firma del francés Jacques Tardi, uno de autores más importantes del cómic europeo y experto en sumergirnos en el horror de la guerra de trincheras durante la primera gran conflagración mundial. Sin embargo, en esta ocasión, Tardi cambia de conflicto. COMIC.Yo, René TardiBasándose en los recuerdos, anotaciones y dibujos de su padre, nos cuenta con su habitual maestría la odisea de los soldados franceses capturados por los nazis tras la ocupación del país en junio de 1940.

Yo, René Tardi, prisionero de guerra en Stalag II B. Así se titula este cómic, publicado por Norma Editorial, en el que un Tardi niño acompaña a su padre mientras agota la munición de su carro de combate, es hecho prisionero por las tropas alemanas y pasa casi cinco años en un campo de concentración en territorio germano, cerca de la frontera polaca. Una historia llena de amargura y humillación: la que sintieron los soldados franceses al comprobar la absoluta incompetencia de sus jefes militares y la fulminante derrota sufrida ante unas tropas nazis que, en poco más de un mes, ocuparon Francia, llenaron de esvásticas las calles de París y se apoyaron en el gobierno títere de Vichy.

Con estos hechos rompiéndole el alma, ingresó René Tardi en el campo de concentración Stalag II B, en la Pomerania alemana. Uno de los recintos que acogieron a los casi dos millones de soldados franceses capturados por los nazis. En ese lugar, y en eterna lucha contra el hambre y el frío, René Tardi traza su ruta de supervivencia: colabora en planes para desestabilizar la disciplina del campo y participa en pequeños sabotajes que para los cautivos son grandes victorias. Y todo mientras pasan los años y empiezan a llegar noticias esperanzadoras: el ejército de Hitler acumula derrotas en Rusia, África e Italia y los aliados desembarcan en Normandía.

Así termina esta primera entrega de los recuerdos de René Tardi, soldado francés prisionero de los nazis. Un cómic impresionante, de lectura necesaria, y que vuelve a demostrar que la guerra no es otra cosa que el mayor fracaso de la especie humana.

Iñaki Calvo

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