El comictario. Yo, asesino: el regreso de Altarriba

Palabras mayores“. Así es como se puede definir la nueva incursión en el mundo del cómic de Antonio Altarriba, un espeluznante relato titulado Yo, asesino, protagonizado por Enrique Rodríguez Ramírez, un profesor de Historia del Arte de la Universidad del País Vasco, un asesino en serie que lleva a cabo sus crímenes bajo una rigurosa planificación y siguiendo siempre criterios estéticos. Se trata de una obra discutible, tanto en su contenido como en su planteamiento, pero lo cierto es que está dotada de una enorme fuerza argumental y visual.

En lo primero, se deja notar la mano maestra de Altarriba, aunque el listón al que llegó con la genial El arte de volar queda demasiado alto. COMIC.Yo asesinoLlama la atención, además, el cambio de rumbo entre ambas narraciones. De contar una vida, la de su padre, marcada por el sufrimiento y la sensación de derrota que persiguió a los perdedores de la Guerra Civil durante toda su existencia, Antonio Altarriba da un giro de 180 grados y se adentra en la mente de un individuo culto, triunfador en su profesión, con un sentimiento de superioridad y desprecio hacia sus rivales académicos y con un instinto asesino que le lleva a seleccionar y matar a sus víctimas haciendo de cada crimen una auténtica “performance“. Un artístico barniz diferencial que lleva a Rodríguez Ramírez a afirmar que él no asesina en serie, sino “en exclusiva“. Y son estos actos de violencia sangrienta los que le sirven de válvula de escape ante problemas cotidianos como la ruptura matrimonial, las rivalidades académicas o las tensiones laborales, y todo ello con el telón de fondo del conflicto ideológico soterrado que se vive en Euskadi tras el cese del terrorismo de ETA.

Antonio Altarriba expone ese conflicto, que conoce bien porque vive en Vitoria y es catedrático de la UPV, pero va más allá, y lanza también un durísimo ataque contra los poderes políticos y económicos, responsables de todas las crisis y a los que califica como los auténticos “asesinos en serie“. Y qué decir del dibujo: un auténtico alarde en blanco y negro, con la única y poderosa distorsión del rojo sangre, que lleva la firma de Keko, artista madrileño que alcanza aquí el nivel más alto de su ya larga carrera.

Yo, asesino es una novela gráfica algunas de cuyas tesis argumentales se pueden discutir, pero su potencia y valor son innegables. Publicada primero en Francia, acaba de recibir el Gran Premio de la Crítica 2015, imponiéndose a los casi 4.000 cómics editados en ese país, en Bélgica y en Suiza en los últimos doce meses. Ahora, Norma Editorial lanza la edición en castellano y el consejo es inevitable: no os la perdáis.

Iñaki Calvo

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