Los sesenta fueron un sueño. Los setenta un sufrimiento. Los ochenta un estallido. Los noventa una resaca. Sobrevivà al efecto dosmil y llegó el futuro. Ni Blade Runner, ni Metropolis, ni Los supersónicos… eso sÃ, tenemos Gran Hermano. Pero Orwell no pudo imaginar tanto horror.
Roberto Moso