De acuerdo Nic Pizzolato es el creador de True Detective, una serie televisiva evidentemente perteneciente al género negro, a pesar de sus peculiaridades, y es también el escritor de Galveston, una novela negra, muy negra podrÃamos decir. Incluso está publicado este libro en una colección de novela negra: Salamandra Black. Pero no nos engañemos La profundidad del mar amarillo no es una colección de relatos negros. Es cierto que hay un accidente provocado en un cuento, un investigador en otro, una pelea a puñetazos en otro mas, un personaje en busca y captura, pequeños detalles que podrÃan apuntar en esa dirección, pero no, La profundidad del mar amarillo es una antologÃa de narraciones mas cercana al realismo sucio que a cualquier otro género. Es cierto que los escenarios de estos cuentos podrÃan ser del género criminal, de hecho algunos comparten ambientación con True Detective y se sitúan entre Nueva Orleans y cierta parte de Texas, lugares donde las gentes se mueven por impulsos primarios, no manifiestan sus sentimientos, están acostumbrados a fingir para no ser detectados, hay un enorme control social y cada uno le elude como puede, mienten, se engañan a sà mismos, sobreviven y, de vez en cuando hacen algo que no siempre es correcto. Y de repente se acaba el relato.
Las creaciones de Nic Pizzolato nacen en un momento determinado de la biografÃa de los protagonistas, el autor se encargará de decirnos después de donde vienen con los datos necesarios para que el lector les conozca y terminan, a veces abruptamente, en un momento en que, generalmente, les queda bastante vida por vivir. Sorprende la sabidurÃa del autor para incluir esos flashbacks, esas digresiones donde enriquece la figura de los personajes. Y como sabe transmitir la calma aparente y la violencia soterrada de esas vidas que estarÃan al borde del abismo si no fuera porque es su forma de vida natural. Pizzolato es muy bueno, cada uno de estos cuentos, incluida la novela corta Nepal, es una maravilla de narración que nos deja sorprendidos en cada página. Eso sÃ, no es novela negra. Como si eso nos importara.
Félix Linares