El cineasta David Cronenberg pasa a la novela sus neuras

Dejemos Las cosas claras desde el comienzo: me gusta el cine de David Cronenberg. Ha sabido ser un cineasta de culto (Inseparables), un director tremendamente comercial (La mosca) y un excelente artesano de la serie B (Vinieron de dentro de…, Rabia, Cromosoma 3, Scanners) al mismo tiempo que hacía una buena película de una de las peores novelas de Stephen King (La zona muerta), una versión discutible de William Borroughs (El almuerzo desnudo), una reafirmación del mundo de James Graham Ballard (Crash) y algunas obras maestras olvidadas (Videdrome, M Butterfly). Pero con Existenz pareció llegar al final de esa etapa de su cine y empezó otra carrera más convencional, con películas igualmente interesantes (Spider, Una historia de violencia, Promesas del Este) de relativo éxito hasta llegar a una zona de decadencia (Un método peligroso, Cosmópolis) y estancarse con su peor película (Maps to the stars). Como ya tiene una edad, está punto de cumplir setenta y tres años, parece que ya no le contratan tan fácilmente, así que rodó un corto, The Nest, donde interpretaba el papel de un periodista que entrevistaba a una mujer convencida de que tenía un nido de insectos en el pecho.LIBRO Consumidos

Fue tirando del hilo y acabó escribiendo una novela, su primera novela, esta Consumidos que se acaba de publicar entre nosotros. El comienzo es el que uno espera de un tipo conocido como El apóstol de la nueva carne, canibalismo por un lado, cirugía por el otro. Los dos lados los ocupan unos periodistas que están investigando en diferentes lugares el paradero de un intelectual acusado de matar a su esposa. ¿Qué puede pasar después? Pues que, entre otras cosas aparece una curiosa enfermedad venérea, una chica que se automutila con un cortaúñas, un doctor extravagante, un cineasta refugiado en Corea del Norte en trance de hacer la obra definitiva, una mujer toda tumores, un jovencito de sexo deforme, un cirujano dispuesto a operar al mundo. Bueno, los personajes, las situaciones habituales de Cronenberg, pero con mas gracia, algo insólito en un creador que siempre ha mostrado un humor soterrado y debajo de bastantes capas de tragedias enormes.

Así que me lo estaba pasando estupendamente hasta que a la altura de la página doscientos, poco mas de la mitad del volumen, a Cronenberg se le va la pinza y empieza a repetirse a costa justamente de la mujer con un nido de insectos en el pecho, a alargar las escenas, a repetirse, a divagar y así se pasa las páginas hasta que decide poner fin al relato. Podía haberlo hecho cien páginas antes o doscientas después, pero ha cerrado su historia ahí donde lo hace. Me gusta Cronenberg, lo he dicho, pero tampoco hay que reírle demasiado las gracias. No se lo voy a tener en cuenta pero no voy a considerar que su carrera como escritor haya empezado bien del todo. Así que recomendaré esta novela solo a los que sean muy fans del cineasta y… bueno, la voy a recomendar a todos porque las primeras doscientas páginas merecen y mucho la pena. El resto es optativo.

Félix Linares

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