Viendo a Philip Roth desde fuera y con cariño (demasiado)

Este es, obviamente, un libro para los conocedores de la obra del famoso escritor estadounidense, preferentemente para aquellos que le admiran. También lo hace la autora, que, por cierto, no tiene ningún parentesco con Philip a pesar de que el apellido de este y el segundo nombre de ella es el mismo, que es firme partidaria de la literatura de Roth y demuestra su admiración desde la primera página. Nada que objetar si este entusiasmo no se viera tan frecuentemente manifestado. Por ejemplo Claudia alaba las obras mayores del escritor y se limita a comentar que tal título tuvo una recepción popular tibia o aquella otra fue un relativo fracaso en las menos grandes. Y también que no oculte o disimule las zonas oscuras de su biografía, por ejemplo las locuras que hizo Philip Roth tras el éxito de El mal de Portnoy, y que el propio autor no duda en asumir, y que quedan aquí enumeradas superficialmente, y no todas.LIBRO Roth desencadenado

Dicho esto queda por aceptar que, ahora mismo, este es un libro necesario, porque no hay otro, para cualquier aficionado a la literatura, porque va presentando todas las obras del autor, y centrando las circunstancias en que fueron escritas, y dando detalles biográficos no demasiado exhaustivos pero suficientes y sirviendo de complemento a la lectura de sus novelas y relatos. Otra cosa es que no descubramos aquí a la persona y si al escritor a través de su trabajo que queda bastante bien retratado. Particularmente yo creo que Roth pasó de retratar su adolescencia a hablar de su vejez con muy escasos títulos intermedios y aún menos que hablen de cosas ajenas a él mismo. Es, en ese sentido un tipo con un ego gigantesco que ha estado permanentemente enfrentado a otros escritores a los que siempre trató de demostrar que él era muy bueno, el mejor.

En ese sentido las opiniones de Saul Bellow, Bernard Malamaud, John Updike o Norman Mailer quizá arrojarían mas luz sobre la autentica dimensión de Roth. Por supuesto en este libro se pueden encontrar detalles que podríamos desconocer. Particularmente he descubierto que la etapa de decaimiento que siguió al éxito de El mal de Portnoy estuvo muy acompañada de su obsesión por Kafka y Chejov, o que eso le llevara a montar una editorial que publicaba narrativa de los países del este de Europa, principalmente checoslovaca.

Bien, puede que este libro no sea fiel a su título, que aquí Roth no esté desencadenado. Puede que este autor no sea ese viejito amable que charla con la autora como si su vida hubiera sido un lugar tranquilo (al respecto pueden comparar la versión que aquí se hace de su relación con Claire Bloom con la versión que esta da en su autobiografía Adiós a una casa de muñecas), pero siempre es interesante tener una guía que nos aproxime mas a este escritor que ha dado tantas muestras de talento, y algunos títulos olvidables. Solo para fans.

Félix Linares

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