El comictario. El mundo de los vikingos según Mitton

Jean-Yves Mitton, nacido en Toulouse hace 70 años, es uno de los más reputados autores europeos de cómic histórico. Hasta hace apenas dos años su obra era prácticamente desconocida en castellano, con muy poco publicado y, además, incompleto, como la serie Quetzalcoalt, ambientada en la América de la conquista. Una buena muestra, pero escasa, de la abundante obra de Mitton que, afortunadamente, llevamos meses disfrutando gracias a la labor de recuperación emprendida por la editorial Yermo, en forma de álbumes integrales que son un auténtico placer para los aficionados. Jean-Yves Mitton aborda sus historias de forma directa y cruda, con acción constante y sin ahorrar un gramo de sangre, violencia o sexo. Se puede comprobar en la gran serie de piratas Los supervivientes del Atlántico, COMIC Crónicsa bárbaraso en Vae Victis, una de romanos con Julio César en la guerra de las Galias, y también en Atila, la saga dedicada al mítico rey de los Hunos.

Sin embargo, donde quizá Mitton da más rienda suelta a su capacidad para impactar al lector es en la serie que hoy nos ocupa, Crónicas Bárbaras, una aproximación fascinante y sin concesiones al mundo de los vikingos. El primer tomo, que incluye tres de los seis álbumes de la saga, ofrece algunas de las mejores escenas de acción que uno ha visto en un cómic, sazonadas, por supuesto, con brutales dosis de una violencia que sólo es gratuita bajo nuestra sensible y civilizada perspectiva. Porque, ¿de qué otra forma se puede narrar el desembarco de las tropas vikingas en Francia, en el año 910 de nuestra era? Su primer objetivo es un monasterio que arrasan a sangre y a fuego y del que logra escapar un único superviviente, el novicio Bartholomée. Las primeras 44 páginas de la serie son un frenético plano-secuencia de su huída hasta la ciudad de Ruan, con los vikingos pisándole los talones y a la que logra acceder en medio de la multitud de campesinos aterrorizados que intentan ponerse a salvo tras las murallas. Por supuesto, Ruan es conquistada por los guerreros nórdicos, y los azares del destino hacen que, en medio del caos, nuestro novicio ocupe el lugar de Leif, el príncipe vikingo que ha venido hasta Ruan a capturar a su prometida, Hilde, desposada por el señor de la ciudad.

Lo que sigue a continuación es una auténtica odisea que lleva a Bartholomée hasta Trondheim, el país de los vikingos, y mucho más allá, hasta las costas de Terranova en el continente americano, 500 años antes de la llegada de Cristóbal Colón. No os perdáis Crónicas Bárbaras, un cómic espectacular, auténtico antídoto contra el aburrimiento y con el que, además, aprendemos un poco de historia. Qué más se puede pedir.

Iñaki Calvo

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