Antonio Orejudo, el que nunca defrauda

Me gustan los libros de Antonio Orejudo, los de narrativa, que son los que conozco. Empezando por aquel Fabulosas narraciones por historias que le puso en el escenario literario, siguiendo con Ventajas de viajar en tren que le confirmó y, una vez encontrada la editorial que desde entonces le ha amparado, Tusquets, completamos su colección con Reconstrucción, Un momento de descanso y Los Cinco y yo. Todos sus libros son diferentes, aunque él asegura que no, que son obra de un autor que mantiene sus preocupaciones, estilo, manías, aunque los escenarios sean variados. Quizá con la publicación de Grandes éxitos estemos ante la aclaración de esta discusión.

Y es que Grandes éxitos es una colección de relatos que van puntuando la biografía del autor y así a cada segmento autobiográfico, más o menos enriquecido con opiniones sobre la literatura, el mundo, sus demonios y cualquier cosa que le cruce por la cabeza, le sigue el cuento convenientemente colocado en su tiempo y sus circunstancias. Bien mirado este es el libro más experimental de Orejudo, no por la parte del texto que trata de él mismo, sino porque los relatos corresponden a algunas extravagancias que se le han ido ocurriendo a lo largo de su vida y que se basan en cosas que le llamaron la atención. Por ejemplo, se le ocurrió escribir una narración al estilo Javier Marías, nos parece entender que porque no le gustan las novelas de Marías, como un día escribió un relato al estilo de los peores ejemplos de la literatura que hacen sus estudiantes.

Por supuesto su trabajo es muy bueno, y diferente, pero es que parte de un material de derribo y está obligado a parecerse a aquello que trata de parodiar. En la parte biográfica también aprovecha para ajustar cuentas con algunos colegas y maestros, nada grave, nada demasiado evidente, nada excesivamente sangriento, simplemente yo estoy aquí, parece decir, y esta buena gente allá a lo lejos. Luego el lector, en función de sus afinidades elegirá ganador del torneo. También se pasea por el mundo de la literatura, al que saca los colores de sus contradicciones, arrimando el ascua a su sardina, naturalmente, que cada persona tiene sus filias y sus fobias, y los escritores no solo no se libran de sus inclinaciones, sino que muy frecuentemente son las personas más afectadas por ellas.

Grandes éxitos es, sobre todo, una  gran parodia, de los libros, del mundo, de la política, del propio autor. Y, aquí viene lo mejor, solamente llega hasta la publicación de la segunda de las novelas de Orejudo, por lo que tengo que pensar que hay al menos otro volumen preparado con sus andanzas en los últimos años. Quizá tengamos que esperar un poco, quizá en medio, se cuele otra novela del escritor, pero ya estoy esperando el volumen 2 de sus cuentos, porque, cada libro de Orejudo es, para mí, un acontecimiento. Y un refugio.

Al volver de un viaje, para encontrar una rápida identificación con mi entorno habitual, recurrí a este libro. Y leyéndolo me encontré en un lugar confortable y agradable. Del que, quizá, no hace falta salir por mucho que los tópicos actuales nos insten a ello. A los amigos no se les abandona. Antonio Orejudo lo es.

Félix Linares

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *