Entre lágrimas gigantes y dragones enanos

Experta en recrear  con sus imágenes los cuentos clásicos y volcada especialmente en los más pequeños con series como Cleo  y Pepo (Bruño) o el álbum Granos de arena (Juventud), la ilustradora franco-belga Sibylle Delacroix llega al euskera de la mano de Ttarttalo con este precioso álbum cargado de ternura alrededor de un acto tan cercano y universal como el llanto. Y lo hace a través de la traducción de una de las grandes autoras líricas de nuestro entorno, Miren Agur Meabe, que cuenta a  los lectores  que todos, niños y niñas, pequeños o mayores, podemos llorar cuando llevamos un dolor o un disgusto en el corazón, unas veces a la vista de los demás y otras a escondidas. Incluso un cocodrilo, por muy dura que tenga la piel. Y que, menos mal que a veces tenemos cerca un abrazo que nos consuele y nos las espante. Apoyada en las actitudes y gestos de su hija pequeña, la autora indaga en las reacciones infantiles a través de candorosas imágenes que invaden cada página del álbum. Algo que hacía también en su álbum Granos de arena, donde un puñado de arena de la playa  descubierto en una sandalia cuando el niño se descalza para irse a dormir, lleva al lector a evocar un sinfín de sensaciones placenteras. Y Miren Agur es también la traductora de Palmir de Gilles Baum y Amandine Piu un álbum  de escueta historia sobre un dragoncito que, huyendo de su país, emprende un largo viaje llevando consigo una maleta vacía, que se va llenando de miedos y tristeza, pero también de gozo cuando descubre la amistad.

Seve Calleja

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *