Sibylle Berg y el hundimiento de la Unión Europea

Si es cierto que una buena portada vende un libro mejor que el nombre del autor o el atractivo del título, este libro debería haberse vendido mucho. Y no es cierto, así que vamos a mantener en el terreno de la duda ciertas aseveraciones del marketing de ventas. No es una portada atractiva  desde un punto de vista habitual, es pues una portada rara. A mí me gusta, pero quizá no sea muy llamativa para un comprador estándar. Sobre fondo verde se repite hasta cincuenta y cuatro veces el título, que es también bastante curioso, GRM Brainfuck, y dos el nombre de la autora, Sibylle Berg, en letras rojas. Bueno, me pareció diferente y me puse a leer. Y quizá llevado por la costumbre, cuando nos encontramos en un escenario bastante apocalíptico tendemos a mirar hacia el futuro, a lo que nos espera, empecé a pensar en el mañana, aunque al principio se habla del efecto 2000, aquel que  no fue para tanto, pero no, poco a poco, fui descubriendo que ese mundo medio destruido, acosado por la pobreza, el hambre, el desvalimiento de las personas, es el nuestro, el de hoy mismo.

Se trata solo de que entremos en determinados territorios, que también existen y que la autora nos muestra con implacable agudeza. Hablamos de los barrios marginales donde los adolescentes ocupan sus horas en el trapicheo, los enfrentamientos, las huidas de la policía con o sin motivo, mientras sus padres trabajan incansables en empleos mal pagados que ocupan mucho de su tiempo. En los sueños de los jóvenes está la huida, algunos lo consiguen, la mayor parte regresa porque ahí fuera no hay demasiadas oportunidades, los que pertenecen a las familias que ocupaban las altas esferas no se van a dejar arrebatar sus privilegios. Los personajes nos son presentados en una especie de ficha donde se menciona su etnia, su sexualidad o sus intereses, pero también su potencial de amenaza. Este nos lleva a aquel y aquel al siguiente, subiendo y bajando por las escalas familiares y de amistad hasta componer un fresco desasosegante de nuestra sociedad, mientras se van avanzando circunstancias que conocemos embrionariamente y que pueden resultar realidad en el futuro, no sé la disolución de la Unión Europea, por ejemplo.

Junto a una narrativa más convencional la autora incluye flashes que sirven de condimento a lo que se va contando, componiendo así un panorama devastador. Os contaré el final. La última frase del libro es: “Un momento casi perfecto en un mundo maravilloso y tranquilo”. No os fieis. En principio para llegar a ese punto los cuatro amigos protagonistas lo han pasado muy mal. Y lo que se anuncia tampoco es muy tranquilizador. Pero quizá el marketing de ventas indica que una novela, por rompedora que pretenda ser, tiene que conformar a sus lectores para que sigan la pista de la autora. No sé, en cualquier caso me parece que este retrato es bastante inquietante y desmoralizador. Y no porque acabe aparentemente bien las cosas van a ser estupendas ahí adelante.

Félix Linares

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *