Dos pasiones me han motivado durante toda mi vida: el deseo de comprender las leyes fÃsicas del universo dentro de una única teorÃa coherente, y el deseo de ver el futuro. Finalmente me di cuenta de que ambas pasiones eran en realidad complementarias. La clave para entender el futuro es comprender las leyes fundamentales de la naturaleza y aplicarlas luego a los inventos, máquinas y terapias que redefinirán nuestra civilización en un futuro lejano. Por supuesto, es imposible predecir el futuro con una precisión total. En mi opinión, lo mejor que se puede hacer es entrar en las mentes de los cientÃficos que trabajan en la vanguardia de la investigación y están llevando a cabo la grandiosa tarea de inventar el futuro. Son ellos quienes están creando los aparatos, inventos y terapias que revolucionarán la civilización. Espero poder transmitir la perspectiva del experto al explicar cuáles son los descubrimientos prodigiosos que nos esperan, y proporcionar asà una visión auténtica y autorizada de lo que será el mundo en 2100.
Este es un párrafo de la introducción de El futuro de la fÃsica (Debate) de Michio Kaku. La historia nos ha demostrado que es imposible predecir el futuro, no sólo con precisión total, como dice el autor, sino incluso de modo burdo y aproximado. Hace sólo 100 años se pensaba que todo estaba inventado, que los aviones nunca serÃan nada interesante; hace 80 que nadie estarÃa interesado en el cine sonoro; y hace 75, que en todo el mundo serÃa suficiente con unos cinco computadores. Y estas previsiones eran hechas por expertos en cada ramo. Media docena de años fueron suficientes para dejar en ridÃculo sus previsiones.  Por tanto, no debemos esperar demasiado de lo que nos profetiza aquà Michio Kaku, aunque sea un gran fÃsico, experto en la teorÃa de las cuerdas y gran divulgador multimedia. Un Punset americano, pero personalmente experto en FÃsica, más que dado a las ciencias humanas. Pero lo dicho no quita interés a este examen del futuro formulado en más de 500 páginas.
Kaku, para hacer sus previsiones, marca tres horizontes: el futuro hacia 2030, mediados de siglo y finales del siglo 21. En este primer horizonte las gafas y lentes de contacto estarán conectadas a Internet, los coches funcionarán sin conductor, las pantallas serán flexibles y ubicuas y los tratamientos médicos serán dirigidos por un programa informático  que tendrá información sobre nuestro genoma. A mediados de siglo lo real y lo virtual se mezclarán Ãntimamente y a finales la mente podrá dominar la materia.
No obstante, el principal valor que uno encuentra en esta obra es, tal vez, el repaso que hace sobre los campos de investigación actuales. Michio Kaku nos pone al dÃa de lo que se investiga actualmente sobre los ordenadores, la inteligencia artificial, la nanotecnologÃa, el futuro de la energÃa, los viajes espaciales, el reparto de la riqueza y la futura civilización planetaria.  Y todo, con conocimiento profundo sobre muchos de los temas y tras conversar con especialistas de cada área.
Lo que me queda claro es que en muy poco tiempo, menos de un siglo, nuestros grandes problemas actuales no serán más que pequeñÃsimas anécdotas para los arqueohistoriadores… Bueno, ¡esperemos que quede alguien para conocer y contar la historia!
Jokin Aldazabal
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