Fantasía desbordante o cruda realidad. Son dos opciones difíciles de mezclar. Hay que tener valor, y talento, para atreverse con este cóctel, y de ambas cualidades anda sobrado el francés Regis Loisel, creador de series legendarias como La búsqueda del pájaro del tiempo ó Magasin General, y también de la  brillante adaptación al cómic de Peter Pan.

Ahora, cumplidos los 60, Loisel se embarca en otro proyecto apasionante. Es una serie titulada El Gran Muerto que se desarrolla en dos mundos paralelos: uno, impregnado de la cultura tradicional celta, con magia, duendes y demás personajes fantásticos, y el otro, nuestro mundo real. Los protagonistas son Pauline, una estudiante de económicas que viaja a un pueblo en busca de tranquilidad para preparar los exámenes y Erwan, un joven vecino de la zona que se gana la vida haciendo chapuzas. El azar (o eso parece) lleva a que sus caminos coincidan. Pauline quiere estar sola y tranquila a toda costa, pero una serie de incidencias le obligan a pasar la noche en casa de Erwan y a acompañarle hasta la vivienda de un anciano ciego. Y ocurre que el anciano es, en realidad, un maestro en magia y encantamientos ancestrales, y Erwan su alumno que está aprendiendo a llevar a cabo un ritual clave para la existencia y el equilibrio del mundo mágico paralelo, un mundo donde estará sólo diez días, pero que equivalen a dos años en nuestro tiempo real. Las cosas, por supuesto, no salen como estaba previsto, y el escenario se traslada a una Francia que, transcurridos esos dos años, aparece sumida en la depresión: las calles de París están sucias, la mayoría de empresas ha cerrado, la tasa de paro es elevadísima y el pesimismo reina por doquier. Con este telón de fondo, tan cercano a situaciones que se viven ahora mismo en el viejo continente, Erwan inicia la búsqueda de Pauline que, por motivos que ya conoceremos, está en huída permanente y tratando de ocultarse y pasar desapercibida.

Una historia que engancha, y que nos deja con ganas de nuevas entregas. Regis Loisel vuelve a demostrar su habilidad, en este caso como guionista de El Gran Muerto, un cómic dibujado por Vincent Mallié, deudor inequívoco del estilo de Loisel, pero que sabe copiar a su maestro sin ofender a los que ya conocemos y disfrutamos su obra.

Lectura muy recomendable El Gran Muerto, cuya versión en castellano publica la editorial Planeta de Agostini en un álbum que recopila las tres primeras entregas de la serie. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo