¿El Antiguo Testamento y el Libro del Apocalipsis ilustrados por Basil Wolverton, el abuelo del cómic underground? Pues sí, ni más ni menos. Ese es el contenido de La Biblia de Wolterton, un fantástico tomo que recopila el trabajo desarrollado durante 21 años (de 1953 a 1974) por uno de los mejores dibujantes de la historia del cómic, poseedor de un estilo tan perfecto como grotesco que inspiró a autores de la talla de Robert Crumb, Gilbert Shelton o Peter Bagge.

Nacido en 1909, y dibujante de cómics desde los 16 años, Wolverton no logró vender sus primeras historias hasta 1938. Inició entonces, con aventuras que mezclaban el humor y la ciencia ficción, una larga carrera cuyo momento clave se sitúa en 1946, cuando gana un premio con una de sus ilustraciones más famosas, el retrato de una mujer terriblemente fea: Lena the Hyena. El jurado de aquel premio estaba compuesto por Boris Karloff, Frank Sinatra y Salvador Dalí que, desde luego, algo vieron en el estilo de Basil Wolverton, definido luego por los expertos como “de espaguetis y albóndigas“. Un estilo tan potente como original que convirtió a Wolverton en uno de los autores más famosos de la legendaria revista MAD. Y aunque sus extravagantes dibujos hicieran pensar lo contrario, Wolverton era creyente, un cristiano devoto seguidor de la iglesia del radiopredicador Herbert Armstrong, un individuo tremendamente hábil para extender su negocio religioso y que tuvo la idea de encargar a Wolverton que ilustrase La Biblia, en concreto el Antiguo Testamento y el Libro del Apocalipsis.

Este trabajo, que se prolongó durante dos décadas, dio como fruto una espectacular galería de 700 ilustraciones que se recopilan ahora, por vez primera, en castellano. Son escenas de La Biblia que Wolverton dibuja al detalle en soberbio blanco y negro. Destacan los rostros, la mayoría de las veces con gesto de miedo o sufrimiento. La presencia divina es escasa en estos dibujos. Lo que vemos son personajes de carne y hueso sometidos a los destinos de Dios, y también a los de un Wolverton que se permite ciertas dosis de humor y que deja volar su grotesca imaginación para diseñar monstruos e ídolos paganos. Por cierto, atención a las ilustraciones del Libro del Apocalipsis, precursoras de las películas de zombis y mutantes rodadas bastante tiempo después.

Obra maestra indiscutible esta Biblia de Wolverton, publicada en un bello volumen por Diábolo Ediciones.

Iñaki Calvo