El Tocho. El inagotable Thomas Hardy

El maestro se marchaba del pueblo y todo el mundo parecía sentirlo. El molinero de Cresscombe le había prestado su pequeño carro blanco y entoldado y el caballo para transportar sus enseres a su ciudad de destino, a unos treinta y dos kilómetros de distancia, ya que el vehículo en cuestión ofrecía sobrada capacidad para ese traslado. La vivienda de la escuela había sido equipada por la administración, y el único trasto engorroso que el maestro poesía, además del cajón de libros, era un piano vertical que había comprado en una subasta el año en que pensó aprender música. Aunque, pasado el primer entusiasmo, jamás adquirió soltura alguna para tocar, y la dichosa compra se había convertido en una constante molestia cada vez que cambiaba de casa”.

LIBRO.Jude el oscuroEste es el comienzo de Jude, el oscuro de Thomas Hardy. La publicación de esta novela en 1895, cuando la era victoriana tocaba a su fin, supuso un notable escándalo: un obispo la quemó en público y algún crítico de la época la rebautizó como Jude, el obsceno. Una reacción airada por parte de los estamentos más conservadores que determinó a Hardy a dejar de escribir novelas y volver a la poesía. Sin embargo, la posteridad ha recordado a Thomas Hardy casi exclusivamente por su maestría como novelista. El autor de Dorchester fue el narrador más lúcido y pesimista de su generación, y sus últimas creaciones son visiones certeras y feroces de la existencia humana, dominada, y a veces hasta destruida, por los convencionalismos sociales.

Así ocurre en Jude, el oscuro que, en primer lugar, es la crónica de una frustración. El personaje que da título al libro, Jude Fawley, aspira a una educación universitaria, pero condicionado por su origen social modesto, ha de contentarse con los trabajos más humildes. Además un matrimonio precipitado con una mujer que le abandona, le obliga a hacerse cargo del hijo concebido.

A medida que nos adentramos en el desarrollo de la obra, la frustración del personaje se extiende a otros ámbitos de su vida íntima. La novela se convierte entonces, en la crítica más lacerante de cuantas se escribieran en la época, a la represión de la libertad sexual que tiranizó la vida inglesa hasta bien entrado el siglo XX. El autor nos cuenta cómo Jude se enamora de su prima Sue, a quien le une una afinidad evidente. Ella también está separada de su cónyuge, (entonces el matrimonio era un vínculo indisoluble), pero aun así  deciden vivir juntos. En el intento, los amantes emprenden una fuga continua, marcada por el acoso y el infortunio, a través de muy diversas localidades de la imaginaria región de Wessex. En todas ellas la pareja es rechazada en cuanto se conoce su unión irregular. El desenlace, como podrán imaginar tratándose de este autor, es trágico y conmovedor.

Escrita con la solidez expositiva, y la precisión en la descripción de las labores y el paisaje humanos, que caracteriza el estilo de Hardy, Jude, el oscuro es, sin duda, la obra maestra de su autor y una de las más amargas de la literatura inglesa, y universal. Precisamente por eso resulta inolvidable. Además, recordando la tan debatida función social del arte, estamos ante una novela necesaria, que ha sensibilizado en favor del divorcio y de las uniones libres de pareja, a sucesivas generaciones de lectores. Son razones más que suficientes para recuperar esta gran novela: Jude, el oscuro, de Thomas Hardy.

Javier Aspiazu

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