El otrora prestigioso crítico musical, sonríe embobado. Son fiestas y su hija le ha sacado a pasear en su silla de ruedas. Embobado ante el escenario, se embriaga de colorines y escucha con sumo agrado esas canciones que tanto le suenan. “Es la mejor música que he oído nunca”, dice. Su hija sonríe y suspira. Los Diablos interpretan con entusiasmo: “Buscaremos un lugar para amar y soñar este fin de semana”.
Roberto Moso