Continúo esta semana el repaso a cómics recientemente publicados y que tienen como argumento alguno de los conflictos bélicos que ahogaron en sangre la primera mitad del siglo pasado. El que hoy nos ocupa se titula Un médico novato, obra ganadora del VI Premio Internacional Fnac-Sins Entido de Novela Gráfica. Es una historia ambientada en la Guerra Civil española, de cuyo fin se cumplirán 75 años este próximo mes de abril.

Antes de comentar el argumento y el mensaje de Un médico novato, quiero destacar a su autor, el gran dibujante Sento Llobell, uno de los integrantes de la denominada Nueva Escuela Valenciana que, allá por los años 80, trajo un soplo de aire fresco al mundo del cómic en España. Poseedor de un trazo dinámico y estilista, Sento fue un habitual en revistas ya desaparecidas, como El Víbora, Cairo o Madriz, y en mi memoria perdura un álbum genial, titulado Velvet Nights, con guión del escritor Ramón de España y que cuenta la historia de un antiguo luchador antifascista que se gana la vida como jugador de póker profesional.

Después de aquél y de otros éxitos, Sento abandonó el mundo del cómic y se dedicó a la ilustración publicitaria, a la animación y al diseño de fallas. Y ahora, después de mucho tiempo alejado del noveno arte, Sento Llobell reaparece con Un médico novato, una espléndida novela gráfica que nos lleva hasta los primeros meses de la Guerra Civil y que tiene como protagonista a Pablo Uriel, un joven galeno que hace sus primeras prácticas en el pueblo riojano de Rincón de Soto. Allí le sorprende el estallido del conflicto. Le ordenan volver a Zaragoza, es movilizado por las tropas franquistas, detenido de inmediato por su simpatía con partidos o sindicatos de izquierda y encarcelado en la academia militar convertida en prisión. Su hermano, Antonio, ha sido ya fusilado, y su familia comienza una batalla desesperada para conseguir su libertad. Y mientras tanto, Pablo sufre la angustia del preso, y recuerda lo que le dijo un profesor de universidad sobre la táctica de terror que llevan a cabo los sublevados: las detenciones y fusilamientos indiscriminados hacen sádicos a los verdugos, pasivas a las víctimas y cómplices a los espectadores, agradecidos por escapar al castigo.

En estos tiempos de recuperación de la Memoria Histórica, 75 años después del fin de la Guerra Civil, Un médico novato es un cómic necesario, de lectura obligada, y que Sento ha elaborado en base a documentos conservados por su propia familia.

Iñaki Calvo