Por segunda semana consecutiva, dedicamos este espacio a un cómic escrito y dibujado por autores vascos. Se titula Reliquias, y es una vigorosa incursión en la época de las cruzadas con guión de Koldo Azpitarte e ilustraciones de Ángel Unzueta. Ambos manejan con fluidez los códigos del género medieval y de aventuras, y juegan por partida doble la táctica de mezclar amistad y desafío. Por amistad se juntan para dar a luz su primera obra en común. Todo un desafío para Azpitarte, pues era su primera serie, y también para Unzueta, que tiene gran experiencia con los superhéroes de las editoriales estadounidenses Marvel y DC, pero que dio aquí su primer paso hacia el mercado europeo.

Y en cuanto a la historia de Reliquias, la misma estrategia: su protagonista principal es el caballero cruzado Guillermo de Uzés, superviviente de la toma de Jerusalén por los musulmanes en el año 1244, un trágico episodio en el que murió su esposa, una princesa árabe convertida al cristianismo. Guillermo vive un pacífico retiro con su hija María en la Provenza francesa, y diez años después de su huída de Jerusalén, se ve implicado en una misión encomendada por el rey Luis IX de Francia.

Junto a su hija, y dos frailes dominicos, inicia un periplo que le llevará primero a Génova y luego a Tierra Santa, el lugar al que prometió no volver nunca. Allí afrontará el desafío de encontrar la tumba de Lázaro, cuyos restos creen el monarca francés y el Papa que ayudarán a reforzar la fe de los cristianos y combatir con más fuerza a los infieles. En esas tierras lejanas Guillermo de Uzés encontrará a antiguos amigos y enemigos, y su espada, inactiva durante una década, volverá a cantar su canción de muerte. A lo largo de la trama aparecen los famosos integrantes de la secta de los “hassasins“, las guerras intestinas entre dinastías árabes y la poderosa figura del sultán Baibars, toda una leyenda en el mundo musulmán, líder de los mamelucos, conquistador de Jerusalén y vencedor de los mongoles.

Esto es Reliquias. Un auténtico festín para los amantes del cómic medieval y de aventuras al que, eso sí, le falta un final “redondo“. Los dos álbumes firmados por Azpitarte y Unzueta querían ser el inicio de una serie más larga, pero la editorial francesa Glenat dio por terminado el trabajo con la segunda entrega. Los autores ya están embarcados en un nuevo trabajo en común, pero ojalá haya suerte y algún editor se decida a coger el testigo y dar continuidad a Reliquias. Nos íbamos a divertir mucho.

Iñaki Calvo