“Sólo quiero hacer una serie de un tipo grande pegándose con monstruos“. Esto es lo que dijo el dibujante estadounidense Eric Powell en 1998 al publicarse el primer número de El Bruto, un cómic que lleva casi 20 años cosechando éxitos y que ha ganado hasta cinco premios Eisner, los considerados Oscar del noveno arte. Parece un premio excesivo para una obra de tan escasas pretensiones, pero lo cierto es que El Bruto, bajo su fachada de matón que todo lo arregla a golpes, es una gran serie de humor negro y acción que acumula seguidores y galardones a lo largo y ancho del mundo. Este éxito, sin embargo, no impidió a Eric Powell pasar por una mala racha en el año 2012. El alcohol se convirtió en su refugio y sólo con la ayuda de su amigo Tim Wiesh pudo salir del agujero. Fueron días de charlas y whisky, y de imaginar un personaje que se convertiría en protagonista del cómic que hoy nos ocupa, Big Man Plans.

Los planes del gran hombre es un título irónico para una durísima historia de venganza ejecutada por un enano, un hombre humillado y maltratado desde niño que acumula odio y rabia a lo largo de los años hasta el sangriento estallido final. Para ubicar la historia, Powell recurre a su Tennessee natal, y nos lleva al típico pueblo del Sur de los EEUU donde la corrupción, el racismo y el machismo son señas de identidad. Es muy llamativo que en ningún momento se diga el nombre del pueblo, definido en una viñeta como “el culo del mundo“, y tampoco se dice el nombre del protagonista, el niño enano hijo de un granjero, que siente el desprecio de todos, incluida su madre que abandona el hogar, y cuyo refugio se quiebra del todo al morir su padre y terminar en un orfanato.

Los golpes y las humillaciones le van endureciendo, se vuelve cada vez más salvaje y da rienda suelta a su furia en la Guerra de Vietnam. Su vuelta a la civilización no es fácil, pero ha aprendido a responder de forma brutal a cualquier agresión. Sólo queda en su alma un recuerdo positivo, el de una prima que le respetó y mostró cariño cuando era joven. En medio de su vida de violencia, alcohol y sexo, nuestro gran hombre recibe una carta de su amor imposible y decide volver al pueblo, a ajustar cuentas con quienes hicieron de su infancia un infierno.

Una venganza terrible y despiadada que Eric Powell dibuja con trazo contundente, llevando el odio, la rabia y el amor a su máxima expresión. Nadie sabe de lo que es capaz un ser humano al límite, pero Big Man Plans nos ayuda a imaginarlo. Una lectura recomendable aunque, eso sí, para espíritus y estómagos fuertes. No os la perdáis.

Iñaki Calvo