LINA MERUANE
Sangre en el ojo (RANDOM HOUSE) 177 páginas
La chilena Lina Meruane (Santiago, 1970) vive a caballo entre su país y los Estados Unidos, donde enseña literatura y escritura creativa en la ciudad de Nueva York. Además es fundadora del sello Brutas Editoras que publica en los dos países. Como escritora tiene en el mercado un libro de relatos –Las infantas-, tres novelas –Póstuma, Cercada y Fruta podrida–, una obra de teatro y varios volúmenes de no-ficción. Sangre en el ojo es por tanto su cuarta novela. Está basada en la experiencia personal de haber quedado temporalmente ciega mientras estaba en Nueva York: “Lo que sucedió en esa ciudad me dio pie para una investigación sobre los actos fallidos de la memoria“, ha dicho. Es decir, cómo recrear una historia a través de los demás sentidos y de la propia memoria.: “La novela se va internando en territorios imposibles y grotescos que son en cierto sentido realistas”. Hay madera.
M.O. WALSH
Sol robado (TUSQUETS) 328 páginas
Milton O’Neal Walsh (Baton Rouge, Luisiana, 1975) es un escritor estadounidense, curtido en el relato corto, ensayista y director del Taller de Escritura Creativa de la Universidad de Nueva Orleans, ciudad en la que vive. Sol robado es su primera novela. Se publicó hace dos años y ha sido traducida a doce idiomas. Cuenta una historia que bebe directamente de los recuerdos de la adolescencia del autor. Estamos en el bochornoso verano de 1989, en un barrio familiar de Baton Rouge. Las clases han terminado. El protagonista de catorce años, que nos cuenta la historia, está enamorado de su vecina Lindy Simpson. Su amor se convierte en obsesión y espionaje. Hasta que un día Lindy es víctima de una brutal violación. Nadie logra identificar a su violador, y la policía interroga a varios sospechosos, entre ellos al narrador. Veinte años después el narrador “revisa” lo sucedido. Desasosegante.
RICARDO ALÍA
El salto del caballo (MAEVA) 475 páginas
Con esta novela Ricardo Alía (Donostia, 1971) completa la Trilogía del Zodiaco. La historia de crímenes que ahora se resuelve, y que se enlazaba con otras historias autoconclusivas, arrancaba en El signo del Dragón, en la San Sebastián de 2012 cuando ETA no era ya una amenaza, porque había anunciado el cese definitivo de sus actividades. De repente alguien comenzaba a asesinar a personas en la universidad. Dos ertzainas se ponían al frente de la investigación. Era la presentación del veterano inspector Max Medina, a punto de ser padre ahora, y su ayudante la novata pero aguda oficial Erika López. Tras los terribles sucesos de la segunda novela, El vuelo de la Serpiente que dejaban convaleciente a Erika, en El salto del caballo asistimos a otra ola de crímenes y a nuevas pistas que pueden ayudar a desentrañar a los investigadores este caso y el enigma general de la trilogía. Apasionantes.
MARIANO TEJERA
Restos de stock / Lo contrario a la decadencia (SEPTENTRIÓN) 118/409 pgs.
Aunque Mariano Tejera (Torrelavega, 1978) no se dedica a la escritura de manera profesional, su actividad laboral se desarrolla en el ámbito de la empresa, siempre ha tenido una pulsión creativa que se ha concentrado en la música y la literatura. Ha publicado ya tres libros. En 2014 su primera novela La traicionera carta del destino, el año pasado otra novela Lo contrario a la decadencia y hace unos meses un conjunto de relatos titulado Restos de stock. Lo contrario a la decadencia cuenta la historia de un grupo de individuos que deciden recluirse voluntariamente en una especie de sanatorio para encontrar el conocimiento. Y Restos de stock es un volumen que reúne ocho relatos y un puñado de poemas que surgen de la contemplación exterior, pero también de la interior, del propio autor. Un escritor al que hay que seguir la pista.
JEAN-NOËL LIAUT
Lili Brik/Elsa Triolet (CIRCE) 326 páginas
Lili Brik y Elsa Triolet fueron dos hermanas que nacieron a finales del siglo XIX en Moscú. Se hicieron famosas por su belleza y su inteligencia, y por formar cuarteto con dos de los poetas más brillantes de su tiempo, Vladimir Maiakovski y Louis Aragon. Lili, fue una coleccionista de amantes famosos: Pasternak, Málevich, Shostakóvic, Eisenstein y la bailarina Plisétskaya. Elsa, la pequeña de las dos hermanas, tuvo que luchar por conseguir su espacio. Hasta que Maxim Gorki se cruzó en su camino y la animó a escribir, hasta el punto de que se convirtió en la primera mujer en ganar el Goncourt. Su aparente rivalidad nunca empañó el amor que las unía. Lili fue figura central de la vanguardia rusa; Elsa una resistente y gran escritora. Ambas fueron una referencia de la izquierda europea. El escritor Jean-Nöel Liaut, que ya había dado muestras de su talento con la biografía de Karen Blixen, lo borda.
