Jonathan Hill escribe otra Gran Novela Americana

Me parece que estamos, por fin, ante la Gran Novela Americana del Siglo XXI, al menos la de este año. Jonathan Hill es un joven autor estadounidense que ha decidido debutar a lo grande con una historia que recorre parte del siglo XX, partiendo de un personaje patético muy común en la tradición de la literatura de los Estados Unidos: el perdedor lamentable. Samuel, el protagonista, está cansado de enseñar literatura a unos jovencitos que no sienten el menor interés por ella. Por supuesto quiere ser escritor, incluso tuvo un amago hace años que le hizo pensar que podría dedicarse a eso, pero no, la cosa no fluye, y la novela que tenía en mente está estancada porque el futuro famoso autor está jugando on line la mayor parte de su tiempo libre. Y en esas está, y en otras que no mencionaremos, cuando le llega la noticia de que su madre ha apedreado a un político republicano especialmente conservador, lo que puede acarrearle terribles consecuencias.

No diré más, salvo que Samuel ve en este hecho la posibilidad de sacar adelante su empantanada carrera literaria, pero para ello necesita conocer la historia de su progenitora. La conoce él y la conoce el lector a través de unos flashbacks convenientemente repartidos que viajan por el árbol genealógico del protagonista hasta conocer las andanzas de su abuelo en tiempos de la II Guerra Mundial. Hay muchos temas en esta novela, están bien tratados, resultan reveladores y son muy interesantes. Nota alta pues para Hill. Además el autor sabe utilizar diferentes técnicas narrativas adecuadas a la situación que quiere contar (capítulos muy breves para mostrar diferentes puntos de vista en la parte del asalto a la convención demócrata en Chicago en 1.968, narración sin puntos para la agonía del jugador que trata de desengancharse de su adicción) lo que permite al lector disfrutar de los acontecimientos contados de la mejor manera posible. Así que le subiremos la nota.

La estructura también parece muy pensada e inteligente. Y las cosas se cuentan a la velocidad precisa y con las palabras adecuadas. Caramba, este chico es un fenómeno. Sin duda, lo es. Y El Nix es una gran novela que no deberían dejar que pasara por su lado sin disfrutar. No vamos a decir que es perfecta porque ¿cuál lo es y para quién? Pero a nada que hayan echado en falta una nueva voz en la literatura estadounidense, no sé desde que Franzen les defraudó la primera vez, acabarán siguiendo encantados las desventuras de Samuel. John Irving dice que Hill es el mejor de sus compatriotas escritores. Lo entendemos porque despierta las mismas expectativas que Irving cuando era joven. ¿Qué más puedo decir para convencerles? Ah, sí, que la novela es tremendamente divertida y que tiene  algunos de los mejores diálogos que he leído últimamente. Sin duda la novela del verano, que sirve perfectamente para ser disfrutada en otoño-invierno. Seguimos a la espera del nuevo descubrimiento literario espectacular, pero ahí tienen un avance.

Félix Linares

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