El comictario. Recordando a la Brigada Lincoln

A pocos meses de cumplirse el 80 aniversario del final de la Guerra Civil española parece más necesario que nunca recordar lo que ocurrió para que nunca más vuelva a repetirse. Lo primero es insistir en que no fue una guerra común, sino la consecuencia del golpe militar liderado por el general fascista y futuro dictador Francisco Franco. Un golpe que se benefició de la falta de respuesta internacional al ataque que estaba sufriendo el gobierno democrático de la República Española. Incapaces de entender que ese conflicto iba a ser el campo de pruebas de la Alemania nazi antes de lanzarse a la Segunda Guerra Mundial, las potencias occidentales (Francia, Inglaterra, Estados Unidos…) decidieron mirar para otro lado y decretar la no intervención en la guerra de España. Pero claro, una cosa es lo que deciden los gobiernos y otra lo que sienten y desean sus ciudadanos. Por eso, ante el indignante inmovilismo oficial, miles de voluntarios de distintos países se alistaron en las conocidas como Brigadas Internacionales y viajaron a España, superando todo tipo de trabas burocráticas, para luchar cara a cara contra el fascismo.

Una de las más conocidas fue La Brigada Abraham Lincoln, compuesta por tres mil voluntarios estadounidenses y cuyo recuerdo se recoge ahora, ochenta años después, en un cómic imprescindible, con guión de Pablo Durá y dibujos de Carles Esquembre, autor valenciano que hace dos años publicó otra novela gráfica más que interesante, Lorca. Poeta en Nueva York. En La Brigada Lincoln encontramos a un grupo de jóvenes idealistas que llegan a España dispuestos a frenar a un fascismo que ven como la gran amenaza para el mundo. Entre ellos destaca Oliver Law, sindicalista y militante comunista estadounidense que en la guerra española se convirtió en el primer comandante afroamericano de una unidad con soldados de raza blanca. Su valor en combate y su muerte en la batalla de Brunete le valieron un lugar principal en la memoria de aquellos voluntarios estadounidenses que volvieron a su país pocos meses antes de la derrota de la República. El legado de aquellos combatientes está depositado en los Archivos de la Brigada Abraham Lincoln, cuya directora, Marina Garde, firma el epílogo de esta obra que ha visto la luz gracias a una campaña de micromecenazgo y al interés de la editorial Panini, que la ha publicado en su sello Evolution. Ochenta años después, y más que nunca, cómics como éste son necesarios. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

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