La vida, la cultura y todo lo demás: palabras de Sarri

Bizitzea ez al da oso arriskutsua? Habanako gaukaria es un dietario firmado por Joseba Sarrionandia y que, como su nombre indica, fue escrito en La Habana, durante las noches de enero a mayo de 2018, por eso lo llama “gaukaria”. A través de las distintas entradas que componen este libro, adscrito a un género muy de mi gusto, confirmamos cosas que ya sabíamos, como que el autor de Durango es un gran lector, ya que hay muchas referencias a otros autores, entre los que puede destacar João Guimarães.

La filosofía o la historia política y la política ligada ya a nuestro contexto, al vasco, al cubano, está presente en estas páginas en las que vierte sus opiniones sobre, por ejemplo, el caso de Altsasua. Sobre Cuba señala, entre otras muchas observaciones, que una opinión acrítica con el régimen no le hace ningún favor a la situación política allá  y, del mismo modo, asegura que los cubanos ya ni ven la propaganda: “Gertatzen da kaleko anuntzio politikoen kontra inmuzitatuta dagoela bertako jendea. Oharmena deskonektatuta daukate kontsigna politikoekiko”.

El diario  relata algunas curiosidades como ciertas coincidencias históricas que vinculan Cuba con Euskadi, como la visita de Von Humboldt a ambos países. Sabemos también que escucha bastante música y que la literatura y el lenguaje, lo que la literatura supone en su vida, y lo que cree que es la literatura, ocupa un espacio capital de su pensamiento: “Norberaren baitan errefuxiatutako mamuak beste batzuen barrura pasarazteko ahalegina da literatura”. El escritor se refleja también como un hombre preocupado por la efectividad y la simplicidad que parecen haberse impuesto en la escritura: “Komertzializazioak eta merkatuak, orokorrean, eragin handia dute literaturan eta arte guztietan. Ez saltzeko orduan bakarrik, literatura edo artea zer den definitzean ere bai”.

Del mismo modo, comprueba cómo las nuevas tecnologías han alterado también el ocio, como observa al fijarse en la forma en la que su hija se divierte. Sobre, precisamente, su relación con sus hijos hay varias entradas interesantes. Y también sobre la de su hija con el euskera. En la entrada Euskara habaneroa leemos: “Nire alabaren zenbakiak: Bat, bi, hiru, lau, bost, sei, zazpi, zortzi, bederatzi eta hamal!”.

La cárcel y las torturas están presentes también en este libro en el que reflexiona sobre uno de sus grandes temas, el exilio: “Habanako euskaldunen eguna. Musika eta dantza, janaria eta edaria, jendetza eta giro ona. Gauez, aberrigabearen nagitasunarekin zokoratzen naiz literaturaren bazterrera.” Pero quizás, mi entrada favorita, por su plasticidad y su poética, sea esta: “Eta gaua da nazio bat Txina baino handiagoa”.

Este diario es sin duda, más intelectual que íntimo, aunque algo de la esfera privada deja ver, y algo también de esa vida, siempre interesante, que transcurre en el camino que va de casa a la panadería.

Txani Rodríguez

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