Charlie Parker y John Connolly han vuelto, dos viejos amigos

Supongo que este es un comentario redundante porque después de tantos libros publicados supongo que todo el mundo conoce a John Connolly y sus particulares novelas negras de ambiente sobrenatural. Connolly es un escocés que vive desde hace años en Estados Unidos y tiene publicados bastantes libros más o menos relacionados con la fantasía (Malvados, El libro de las cosas perdidas, la serie juvenil Los invasores y las colecciones de cuentos Nocturnos y Música nocturna), pero su gran obra es la serie de Charlie Parker, Bird. Sí, efectivamente comparte nombre y apodo con el gran saxofonista, aunque se trata de un investigador de lo paranormal que ha vivido ya diecisiete aventuras a partir de Todo lo que muere, donde su esposa y su hija son asesinadas y él se lanza al  trabajo especializado.

No es el primer personaje de estas características, los hay en la literatura (Carnacky de Hope Hodson o Harry Dickson de Jean Ray entre otros muchos) y en el cómic (los italianos Martyn Mystere y Dylan Dog por ejemplo), pero si es el primero, y único que yo sepa, que mezcla la novela negra con lo taumatúrgico. Porque, efectivamente las novelas de Connolly son pura novela negra, independientemente de que el protagonista hable con su hija muerta. El detective recibe un encargo, o se ve metido en un jaleo, busca pistas, investiga, se enfrenta a los malos, generalmente lo hace en un ambiente de corrupción con políticos, abogados, periodistas, gangsters que hacen lo que hacen estos personajes en las novelas del género, aunque las cosas que pasan tienen ese aire sobrehumano que las caracteriza.

Veamos, en La mujer del bosque, aparece un cadáver enterrado en un bosque, Charlie Parker está acompañando a su amigo Louis que está pasando un mal momento y que se mete en problemas con el hijo de uno de los prohombres del pueblo que tiene negocios poco claros. Louis es el tipo que, en compañía de su colega Angel, tira de pistola cuando las cosas se ponen difíciles. Mientras tanto sabemos de dónde vino esa mujer enterrada y sabemos también que de allí viene también un tipo misterioso con aires de mago peligroso que viaja acompañado de una asesina eficaz que va liquidando a todos los testigos de la historia. Bien, ya veis, los géneros, el negro y el terror, se funden orgánicamente, de manera natural.

Las historias tienen interés, la escritura es buena, todo está muy bien dosificado, los giros de guión son efectivos y la galería de personajes, dentro de lo convencional, es muy efectiva. Quizá ya no quepa la sorpresa en las novelas de John Connolly, pero es como recibir a un viejo amigo cada vez que una nueva aparece en las librerías. Sabes lo que vas a leer, te apetece reencontrarte con Parker y sus amigos, no hay sorpresas, pero está bien que esto sea así. Es entretenimiento del bueno y no deja secuelas como pasa con otros escritos, con los que tienes la sensación de haber perdido el tiempo. De verdad, puedes leer a Connolly sin riesgo de perder la dignidad de buen lector. Y si no lo has leído todavía te quedan diecisiete novelas nada menos.

Félix Linares

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