Manuel Jabois y los secretos de la Galicia costera

Tras el éxito de Malaherba, Manuel Jabois regresa a las librerías con Miss Marte, una novela ambientada en Galicia que se apuntala sobre una intriga: en 1993, una joven  llamada Mai Lavinia, enigmática y divertida, llega junto con su hija a Xaxebe, un pueblo de la costa gallega. Allí conocerá a Santi, el hijo de una familia acomodada, del que se enamora. Llegan a casarse, pero el mismo día de la boda, la felicidad de ambos se ve truncada porque la hija de Mai, una niña de dos años, desaparece de la fiesta sin dejar rastro. En el pueblo, por supuesto, se forma bastante revuelo y las teorías sobre la desaparición y sobre los implicados en el suceso se multiplican. Tiempo después, en 2019, una periodista, autora de un libro superventas, Berta Soneira, quiere rodar un documental sobre aquella desaparición y para ello toma como ayudante, digamos, al narrador de este libro, un periodista del pueblo, aunque apenas pasa por allí desde que muriera su madre. “Había construido una vida aburrida, discreta y lenta en Pontevedra, donde hacía lo mejor que sabía, periodismo local”, leemos.  Antes de esa vida discreta, había sido uno de los mejores amigos de Mai y Santi.

La intriga, la parte negra, tira de la tensión narrativa, porque la investigación resulta interesante, sin embargo, lo mejor del libro, en mi opinión, es el desfile de personajes que declara ante las cámaras de Berta Soneira. Hablará el alcalde Girón y Girón, “un hombre dinámico que entendía gobernar como un ejercicio físico, por eso acudía a todos los actos sociales, especialmente a los entierros”. Hablará el policía, que antes de policía había sido concejal. “Sardinas en cualquier caso, fue un concejal prodigio, un hombre que se hizo con la cartera de Fiestas y Jardines cuando tenía veintiún años”. Hablará Pepe Galvache, padre del novio, hablarán los amigos de la pareja, hablará medio pueblo. De ese modo, además de conocer a un ramillete de personajes que Jabois describe con eficacia, conoceremos también cómo era la vida en aquella localidad costera, y cómo fue la relación entre Mai y Santi: “Muchos se preguntaron después por aquella relación, por aquel amor, por aquella manera de quererse que parecía venir de antiguo. Nadie tuvo una explicación clara, tampoco los amigos que estábamos en el momento en que los presentaron. Fue como ver  a dos desconocidos entrar en una casa y ponerse a vivir dentro como un matrimonio”. Poco a poco, se reconstruirán los días anteriores y posteriores a la desaparición de la niña, y parte del misterio que envolvía a la propia Mai irá desvelándose.

La novela, como decía, tiene tensión suficiente y de sobra, pero además Jabois despliega su estilo, una combinación de observaciones muy agudas, humor y falsa ligereza, y lo pone al servicio de unas escenas muy bien construidas, con diálogos geniales. Una de las mayores virtudes de este periodista es que la lucidez no se le ha embarrancado en el cinismo, por lo que sabe transmitir emoción. Recomendable y atlántica, esta Miss Marte.

Txani Rodríguez

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