Se pone a cocer el agua con la nata, la leche en polvo y la glucosa. No es necesario que hierva, es suficiente con que alcance mucha temperatura. Durante la cocción se remueve continuamente.
Por otro lado se baten las yemas junto con el azúcar y se revuelve la mezcla hasta que espese.
Se retira del fuego y se mete la cazuela a un recipiente con hielos y agua para que enfrÃe rápidamente.
Después se mete al frigorÃfico hasta la hora de servir.
Se sirve adornado con un poco de merengue (hecho con las claras que han sobrado), o simplemente con nata.
- 250 g. de nata
- 60 g. de leche en polvo Molico (o 30 g. de leche condensada)
- 20 g. de yemas
- 140 g. de azúcar
- 60 g. de glucosa
- ½ l. de agua